En mitad del mar...
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Playa Grande - Mazarrón (by me)
La espuma iba y venia, y los dos cruzaban el mar a pie, seguidos por la mirada del sol que caiga en picado, con rayos amenazantes quizás producidos por la envidia de no poder estar debajo de aquella fina sabana que los cubría, de manos que rozaban una piel salada y abrazaban un par de cuerpos enamorados.
Se pararon, se miraron, se besaron sin saber que o quien habría al otro lado del mar, ¿acaso eso importaba?, no, claro que no. Solo importaba el hecho de que estaban juntos en mitad del mar.
Se acercaron desnudos a la playa, se besaron de nuevo y la brisa rozo sus pieles, beso su pelo, acaricio sus mejillas. Dentro del agua el frio los cubría, el calor corporal los unía, los besos terminaban con su sed.
Solo un segundo mas, un segundo mas en aquel edén, solo un segundito...
¡Iván! ¡Iván despierta!, mira esa playa por favor; dijo Elena señalando a la parte izquierda del vagón de tren. Por favor tienes que hacerle una foto, se me a gastado el carrete y los demás están en la maleta. ¡Venga despierta!
Iván miro por la ventana y vio a una pareja muy parecida a la de su sueño.
Le pareció tan real que aun no podía creer que solo fuese eso, un sueño.
Iván fue al baño a lavarse la cara, metió la mano en su bolsillo aun mojado y lo encontró lleno de arena de playa...
Y al mirar hacia arriba, en el espejo, únicamente encontró como respuesta el reflejo de Elena, que lo miraba sonriente, y le guiñaba un ojo.
Mientras, el tren salia de una parada a causa de una averia, una parada que duró un dia, en medio de ninguna parte, y los dos desearon que el tren se averiase muchas veces mas, antes de llegar a su destino...
La espuma iba y venia, y los dos cruzaban el mar a pie, seguidos por la mirada del sol que caiga en picado, con rayos amenazantes quizás producidos por la envidia de no poder estar debajo de aquella fina sabana que los cubría, de manos que rozaban una piel salada y abrazaban un par de cuerpos enamorados.
Se pararon, se miraron, se besaron sin saber que o quien habría al otro lado del mar, ¿acaso eso importaba?, no, claro que no. Solo importaba el hecho de que estaban juntos en mitad del mar.
Se acercaron desnudos a la playa, se besaron de nuevo y la brisa rozo sus pieles, beso su pelo, acaricio sus mejillas. Dentro del agua el frio los cubría, el calor corporal los unía, los besos terminaban con su sed.
Solo un segundo mas, un segundo mas en aquel edén, solo un segundito...
¡Iván! ¡Iván despierta!, mira esa playa por favor; dijo Elena señalando a la parte izquierda del vagón de tren. Por favor tienes que hacerle una foto, se me a gastado el carrete y los demás están en la maleta. ¡Venga despierta!
Iván miro por la ventana y vio a una pareja muy parecida a la de su sueño.
Le pareció tan real que aun no podía creer que solo fuese eso, un sueño.
Iván fue al baño a lavarse la cara, metió la mano en su bolsillo aun mojado y lo encontró lleno de arena de playa...
Y al mirar hacia arriba, en el espejo, únicamente encontró como respuesta el reflejo de Elena, que lo miraba sonriente, y le guiñaba un ojo.
Mientras, el tren salia de una parada a causa de una averia, una parada que duró un dia, en medio de ninguna parte, y los dos desearon que el tren se averiase muchas veces mas, antes de llegar a su destino...